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Against the Regime of the Fluent/ Contra el régimen de lo fluido, bilingual chapbook translated into English by Rebeca Alderete Baca and published by Ugly Duckling Presse in November 2024.

In this lengthy poem by Natasha Tiniacos, words permanently migrate and mutate. They morph from sense to sound, are broken and then recreated and reshaped, somehow mirroring her own experience when leaving her mother land -and mother tongue- to reinvent herself in the new landscape. All the senses are alert in this movable experience: sound ear eye smell tact. To extend a hand and touch another human being is the only act that humanizes us, the poet seems to tell us; to touch and remold words, like the committed wordsmith she is, makes Natasha Tiniacos’ work an urgent document against constraint. Her powerful discourse brings down any symbolic or real prison of the “I”. Liberated and liberating, these words flow and nothing can shut down this strong voice from rising [a]gainst the regime of no/ against the regime of grief/ against the regime of (the) body, loud and clear, brilliantly.

—Mariela Dreyfus


Puedes conseguir el libro desde la página de los editores, Libros del Fuego.

El poema-pórtico de todo el libro, “Transgénicos (aria)”, ya anuncia una suerte de poética al apuntar simultáneamente a una condición de lo orgánico, pero también a un situación de los lenguajes (nótese este plural) de la contemporaneidad. Se alteran los alimentos, se alteran los cuerpos, pero también se altera el lenguaje de la poesía con la inserción –el injerto– de los nuevos géneros de comunicación interpersonal, de transmisión electrónica, de refiguración de la experiencia por los nuevos medios. Las significación se complejizan a través del recurso a indicadores de la transformación de la experiencia, incluso la más íntima, a través de estos lenguajes. ¿Cuánta reflexión puede extraerse de algo tan aparentemente inocuo –por impensado– como la vinculación de lo público y lo privado en este ¿sintagma? “#tesiento”? ¿No se abre toda una posible reflexión sobre la experiencia en la expresión “sombra 2.0”?

Y con la fuerza (que se trivializa demasiado apresuradamente) y el desenfado de la inervación de estos lenguajes, en la primera estación, este etcétera se adentra a extraer de las palabras su cualidad pensante: “El fin se acerca,/ nos fuerzan al sigilo/ como androides/ vetados de la música”, nos dice un texto; “Advertencia: existir está fuera de uso” o “¿Cuál es la velocidad de la oscuridad?”, dicen unos estados imaginarios del FB; “olvidar que existir es repetirse/ en el brutal silencio de los tránsitos”, reflexiona el interlocutor de Sísifo, para concluir: “El destino/ no habrá la palabra castigo”.

Estamos en la que llamé la estación de la existencia; pero es esta una existencia colectiva, o para decirlo más precisamente, una existencia que se enuncia en y desde una colectividad que rearticula los lenguajes –todos los lenguajes– del intercambio social y se rearticula en ellos. Así, de manera sintomática, el poema “Rapsodia”, que cierra la estación y está enteramente compuesto de citas de diversos poetas y escritores (Eielson, Hayes, Sontag, Vilariño, etc.) confiesa “mi poesía personal es un fracaso”; y lo confiesa con unas palabras que ventriloquiza de Anne Carson.”

—Luis Miguel Isava

El poeta Luis Enrique Belmonte lo reseña: “Ninguna realidad es insignificante”.